Manuel Fraga Iribarne

MANUEL FRAGA IRIBARNE 01¿Por qué no? La Xunta de Galicia nos habia dado  una mano solidaria en momentos muy difíciles para nuestro país. Nuestros  políticos supieron tener la capacidad de llevar hasta sus últimas consecuencias la destrucción de Argentina. Me senté en el despacho de Fraga Iribarne el 12 de febrero de 2002. Estaba frente a un hombre que creció desde el riñon del franquismo hasta llegar a ser presidente de los gallegos por sufragio libre y directo. Un auténtico y transparente político de derecha, muy lejos, en la forma, de aquellos que esconden la misma ideología bajo el disfraz de «centro». Aquí está Fraga, (aquél de «¡la calle es mía«!) una mañana de invierno, mientras caía la céltica lluvia detrás de las ventanas…

 «HAY UNA FRASE DE MAQUIAVELO…»

En primer lugar, quiero expresarle nuestro agradecimiento por lo que la Xunta está haciendo en solidaridad con Argentina

Bueno, es una obligación. Argentina tiene unos vínculos especialísimos con España. Ha habido sitios que por razones geográficas y también históricas fue mayor la incidencia del fenómeno migratorio hacia allá, ese es el caso de Cuba y en general de la vertiente atlántica, pero la más importante, y el primer, sin duda, fue, -después de la constitución del 53-, la migración hacia los países del Plata, y concretamente, hacia Argentina y Uruguay.

¿Usted tiene familiares en la Argentina?

Si, tengo primas carnales. Allí estuvieron tres hermanos de mi papá. En Montevideo, por ejemplo, -mi madre era vasco-francesa, su segundo apellido era Dubuis. Un día, los Dubuis pidieron visitarme en el Victoria Plaza, en Montevideo, y yo dije: venid mañana a las cinco, y vinieron más de trescientos. La policía se asustó, creyó que había una manifestación.(risas) Y en Cuba tengo tíos enterrados. Bueno, yo pasé mis primeros años en Cuba. De manera que esas relaciones son normales. En cambio, son menos frecuentes en los países del Pacífico. Los del Atlántico, y muy especialmente Argentina, representan mucho para nosotros. En mi pueblo, por ejemplo, Villalba se conserva aún el primer pabellón del asilo de ancianos que hicieron nuestros amigos de La Habana. De modo que nos sentimos muy obligados con ellos y con el conjunto del país que los acogió, como es natural.

Usted ha dicho cierta vez que se siente «un rapaz de Villalba».

Así es. En España hay veintitantos pueblos que se llaman Villalba o Villa Alba, pero yo creo que el más importante es el nuestro. (sonrisas).

Su padre fue carpintero.

Si, y mi abuelo también. Pero mi madre tenía ideas muy claras sobre la educación, y la primera decisión que le hizo tomar a mi padre cuando comenzaba a ganar un poco de dinero, era que viniéramos a estudiar a Europa, pues tampoco le gustaba a ella el trópico. Siempre digo que Fidel Castro podía haber sido yo si no se hubiera tomado ese rumbo. (risas). Los doce hermanos estudiamos carreras universitarias, incluso cursaron mis hermanas, que eran mayoría, en una época que no era común ver mujeres en la Universidad.

Cuenta usted una anécdota de una paisano que se había «quitado de eso», queriendo decir que no quería escribir.

Cuando un señor deja de fumar aquí se dice «quiteime de fumar», o cuando deja de tomar vino, «quiteime de beber«, aquél hombre se resistía a firmar, mi padre que era el alcalde tenía que hacerle firmar, insistió, pero el hombre se resistía, mi padre le dijo te le había visto firmar en otra oportunidad en la notaría, y el hombre le respondió: «¡Ay señor, quiteime de eso!». (risas) Es una respuesta muy gallega, es una improvisión con humor, porque aquí rara vez el si o el no se hace de forma violenta.

Regresando a la situación argentina, ¿qué siente usted, como dirigente político, cuando la opinión publica argentina sale a la calle a gritar a la clase política que se vayan todos?

Yo no puedo hacer un juicio sobre esto, solo puedo hacer votos para que aquello se solucione lo antes posible. La Argentina, como todos los países, ha tenido un desarrollo por fases, y después de cada fase viene la conmoción y luego la quietud. De modo que hasta los años cincuenta del siglo diecinueve, la lucha permanente entre unitarios y federales, en el fondo, era entre dos grupos de caudillos, que se arregla después de la batalla de Monte Caseros, luego con Mitre. Y viene la etapa en la que la Argentina se organiza pacíficamente, hace la conquista del sur, obligada por la oligarquía terrateniente, como es natural. Daba poca entrada a su sistema a la nueva clase media que se estaba formando. Pero viene la reforma electoral y viene el partido de Irigoyen. Y hasta los años treinta Argentina funciona ya con un sistema más democrático. Yo recuerdo aquella Argentina, -pues tenía primos allí-, con un buen sistema de educación, En aquellos años estaba al mismo nivel que Australia, que Canadá, a la altura de los grandes países que fueron pasando al primer rango. Y la Argentina, en aquél momento descarrilla. Irigoyen no pudo sostener el movimiento de su partido, estaba dividido y empezó una etapa de golpes militares que terminó en manos del coronel Perón. Yo creo que este hombre se equivocó. Él tenía una idea que era verdad: había que hacer política social, pero lo mismo él y su mujer lo entendieron en el mal sentido de la palabra, porque para mi es buena la palabra populismo: todo para el pueblo y el bien común del pueblo, son buenas palabras, pero, en fin, ellos se encontraron con una herencia colosal que no se ha repetido, porque afortunadamente, hoy no hay guerras mundiales; cada guerra mundial enriquecía a la Argentina con sus exportaciones, y resulta que aquél inmenso remanente de divisas, pues, se malgastó. Por ejemplo, para ser un tanto nacionalista, sin esperar los años que faltaban para el vencimiento de las concesiones, se compraron a altos precios los ferrocarriles que eran ingleses, que estaban en muy mal estado, y de esas operaciones se hicieron varias, equivocadas. Y desde entonces, pues ya se sabe: golpes, peronismo, etc. Creo que ha llegado el momento de una nueva etapa. Yo tengo un buen concepto de Fernando de la Rúa pero no era el hombre para un momento de crisis. Hace algún tiempo estuvo aquí, visitando el pueblo de sus antepasados. Pero, en fin, tenía una papeleta muy distinta que la alcaldía de la ciudad de Buenos Aires. En este momento en su país harán faltas reformas muy profundas. Yo creo que lo que queda del viejo peronismo, Duhalde y Ruckauf es lo mejor, y les deseo mucha suerte, y no han empezado del todo mal. Pero es evidente que con un hombre u otro de aquí saldrá una nueva etapa y hay que considerar que no ha habido golpes militares y esto es un progreso social de la Argentina. Por otra parte, un golpe no hubiera servido para nada. Pero es cierto que en este momento cabe decir ojalá acierten, y ojalá empiece una nueva etapa. Claro, la reacción del pueblo es natural, porque medidas como el corralito son muy molestas. Quizás en ese momento era inevitable. Yo estoy persuadido que en este momento, los Estados Unidos, que nunca han mirado al sur de Panamá en serio, tenían la idea de hacer algo, pero aparecieron los piratas de las torres y cambiaron las prioridades. No es sólo Argentina, toda Sudamérica está pasando un momento muy delicado. En Venezuela, en Colombia, en Ecuador, Perú. Chile tiene una sociedad un poco más ordenada, pero también ha tenido sus conmociones. Y Uruguay y Paraguay claro, sufren las consecuencias de la situación Argentina, aparte de sus propios problemas. Brasil se ha defendido mejor, quizás por aquello que decía el gran maestro Gilberto Freire, que Brasil esta siempre al borde del abismo pero es tan grande que no cabe. (risas) Brasil tiene un gran presidente Cardoso.Y en el norte, Fox es un gran tipo, pero no tiene mayoría ni en los gobernadores ni en las cámaras. Yo creo que EE.UU. hubiera ayudado a México especialmente, pero ahora están con sus dificultades, con cierta recesión, económica y distraídos en otras partes del mundo buscando, con razón, terroristas por todas partes. Me decía un piloto el otro día que antes era fácil: si había una maleta y no se encontraba al pasajero, se bajaba la maleta y ya estaba, pero ahora puede estar la maleta y el pasajero (risas) que ha ofrecido su vida por una causa que no vamos a enjuiciar.

Existe un tipo de dicotomía, de bifurcación, en la que, por un lado, los EE.UU con los mismos años de historia que Latinoamérica, produce con su desarrollo una diferencia abismal con nosotros. ¿Cómo explicar, entonces, que aquél país, hoy una potencia, y los nuestros vivan todavía atados al subdesarrollo, cuando en otras regiones del mundo, los estados que participan de la misma historia en el tiempo y el espacio, tienen un crecimiento más armónico?

Siempre se ha hablado de «estados unidos» de Norteamérica y los estados desunidos de Sudamérica. Eso lo vio Bolívar, que aunque no fue un hombre que pudiera desarrollar todas sus ideas, en general las tuvo todas. Él hizo el famoso congreso de Panamá. Pero es evidente que los conflictos eran frecuentes, dificultaron el desarrollo, en el Pacifico, como Perú y Ecuador y crearon desconfianza. Brasil supo utilizar muy bien la diplomacia para beneficiarse de la división de los otros, es evidente que la historia de México es dramática. Y ahí sí, la intervención norteamericana fue muy negativa. Hubo pues un frente de división frente a una unión clara. Si los Estados Unidos no hubieran hecho la conferencia de Filadelfia y no hubieran llevado la confederación a la federación, hubieran tenido una historia parecida a Sudamérica. Incluso tuvieron una guerra de secesión. Pero ellos superaron todo eso. Tuvieron también su problema racial, allí no había la cultura del peso que existían en muchas partes de Sudamérica, tal vez, el tratamiento, probablemente, no fue muy justo con los indios, fue mucho mas fácil, dejarlos en sus reservas. El mismo tema de la raza negra se resolvió después de una guerra civil. El sur tuvo muchos mas problemas. Tampoco la geografía es la misma. Hay un dato poco conocido: cuando fue abolida la esclavitud por orden de Lincoln -lo hizo como comandante en jefe, no como presidente- hubo gente que no sabía vivir sin eso, sin la esclavitud, y hubo un loco, William Walker, que llegó a tener bajo su control Nicaragua y murió oscuramente en la guerra civil. Fue allí para restablecer la esclavitud. Pero es menos conocido el grupo que fue a Brasil, mas organizado, menos aventurero, pero Brasil se los trago. Aquellos americanos del sur podrían haber creado en Brasil una colonia importante pero no lo hicieron porque, ni las condiciones del clima, ni las geográficas, son las mismas. Por eso mismo, yo creo que no hay que sentir ningún complejo de inferioridad, al contrario, decir: a pesar de eso. Cuando estuve en Bolivia y bajé en El Alto me dije que esa gente es capaz de vivir allí y luego bajé y me dije que era capaz de vivir allá abajo también, y en el bello lago Titicaca. Sudamérica tendrá su momento. Así como la historia de Estados Unidos es una prolongación de la historia de Europa, realmente, Sudamérica es mucho mas complejo. Quizás. como decía el ministro mexicano, Vasconcelos será «la raza del sol«, un mundo nuevo. Pero eso tiene mas problemas.

¿Tendrá algo que ver con ese desarrollo del norte el pragmatismo calvinista?

Evidentemente, el análisis de Max Weber sobre los orígenes éticos del capitalismo moderno puede que tengan algo que ver, y de hecho, hasta el día de hoy, algo queda de eso, pero no creo que sea eso, yo creo que fue la mayor complejidad de las piezas a enlazar

Hay que dice que Bolívar era un representante ingles y eso marcó sus límites.

Él vio bastante bien los problemas de América, pero lo que no consiguió es que todo lo que había allí se uniera y eso hubiera marcado la diferencia. Pero en todo caso, estamos donde estamos, en un momento bajo, pero tengo la esperanza que se superará. Y lo deseamos firmemente.

Fraga-y-FrancoHablemos del poder, ¿Cuál es el atractivo del poder? ¿Por qué el poder es el tema central de todo político?

Hay un libro que tiene cierto interés para España en sus relaciones con Inglaterra, donde un sólo párrafo tiene interés universal. Un político importante de los años treinta, inglés, Sir James Hall, había sido ministro de defensa y luego fue enviado de embajador a España en momentos muy difíciles, cuando empezaba la segunda guerra mundial, y nosotros salíamos de la nuestra. El párrafo es del primer capitulo, cuando a lo cesaron como ministro de defensa, después de una elección, él dice esto: «Entraron en mi casa, los agentes especiales, desconectaron los teléfonos especiales y yo me di cuenta en ese momento de porqué había estado luchando por todo aquello,» Pues claro, hay cosas que solo se pueden hacer desde el poder político. De modo que si usted quiere hacer determinadas cosas, de fin benéfico, por ejemplo, o es un empresario que quiere hacer una fundación, (Bill Gates y su mujer lo están haciendo) puede hacerlo, puede ayudar a alguna gente, pero si usted quiere hacer puentes, ferrocarriles hospitales, etc., hay que estar ahí, en el poder. Y hay quien lo hace y quien le dan el poder y no lo hace. Y esa es toda la diferencia. Pero en principio lo que atrae es eso. Y son muy despreciables los que lo hacen por otra causa, los que llegan al poder con la idea de su beneficio personal. Yo he vivido una vida entera con muchos sacrificios, muy difícil, soy el decano de los políticos en activo en España hoy, y mi orgullo es que siempre, siempre, lo que he dicho es lo que pensaba y lo que pensaba era lo mejor para el pueblo, y de hecho, en los sitios que yo he estado, se ha notado una diferencia.

Usted fue y es político, diplomático, docente…¿en cual de estos afanes se siente más cómodo?

La diplomática es una forma de la política. Fui docente de ciencia política. Cuando escogí la cátedra tuve mis dudas: si me meto en política me meto en un mal negocio, no dejaré un real a mis hijos, -como así es y será la verdad-, y además, estaré expuesto a que en un momento determinado, caigan todos los `políticos de una época, (como ha sucedido aquí. Yo soy el único que sobrevivió al tránsito.) Y en cambio, si me hago abogado tendré mi despacho, ganaré un buen dinero e iré aumentando la clientela, si no cometo ningún error grande. Estuve pensando en hacerme catedrático en derecho mercantil. Pero me dije que no, que debía prepararme para la política, que este país tenia derecho a salir de un siglo de guerras civiles (la ultima la viví como un muchacho). Cuando yo cesé la primera vez, después de siete años de ser Ministro de Información y Turismo, dejé la apertura y el levantamiento de la censura para los periódicos y para los libros.

Su primera ley de prensa.

Si, y todavía esta vigente, hay quien la critica, pero el artículo segundo sigue vigente.

Se dice que le mejor ley de prensa es la que no existe.

También lo dicen los sindicalistas refiriéndose a otras leyes, pero, en fin, cada uno defiende sus intereses. Pero había que salir de las leyes anteriores hechas en tiempo de guerra, y para la guerra, y luego creció el turismo, no el selectivo, sino el de masas, que es el que hoy dio a España el segundo puesto de país turístico en el mundo. Y la primera industria, el primer sector con mas del once y medio por ciento, y fue, sobre todo, el remedio de nuestro clásico problema de la balanza de inversiones en un momento fundamental. Cuando yo dejé el ministerio me ofrecieron, como era costumbre entonces, la orden de la gran cruz de despedida, Carlos III, (que por cierto lleva los colores de la bandera argentina, pues Carlos III era muy devoto de la virgen y le puso esos colores). Creó esa orden que hoy es la primera de los órdenes españolas para acabar con las que tenían criterio nobiliario. Y con esa orden el rey no exigía pruebas de nobleza, se la daba a comerciantes, etc. La puso por delante de las demás. Me ofrecieron luego la presidencia del INI, una sociedad publica, que yo rechacé amablemente y hubo un famoso empresario -que luego tuvo muchos pleitos-. que me ofreció la presidencia de una de sus empresas, pero yo me di cuenta -no soy muy experto en la materia- que era mi nombre el que buscaba, y mi nombre no se vende ni se alquila como dice precisamente un tango: no se alquila ni se vende. Lo cierto es que decidí entrar al campo privado y fui presidente de una sociedad importante y aprendí -un hombre público puede hacerlo bien o mal en su función, pero en definitiva tira siempre con pólvora del rey- a hacer un balance, a defender empresas privadas durante aquellos tres años pero me retiré cuando me ofrecieron la embajada en Londres.

¿Cómo ve un hombre publico la empresa privada?

Si es un hombre político de mis ideas, la ve como algo positivo, y sometida a la ley y a las intervenciones importantes de interés publico; si es socialista, la ve de otra manera. Mi padre fue un modesto empresario, y yo aprendí de él lo que es una empresa, donde uno se juega su propio dinero a base de servir a los demás, porque si no, no gana dinero.

El socialismo hoy, acepta la empresa privada.

Pero el principio básico del socialismo no. Primero, tuvimos un socialismo precientífico, que era utópico, luego vino Carlos Marx, que lo hizo lucha de clases, supresión de todo el sector privado, luego llegó la social democracia, y ahora estamos en la tercera posición, en la que casi nos desbordan por la derecha (risas). Pero verá usted que no ceden, por ejemplo, en el asunto de la enseñanza. No aceptan más que la enseñanza pública. Yo creo en la enseñanza pública garantizada para todo el mundo, pero el que quiera puede escoger la privada, si la paga, como es natural.

Siempre y cuando la enseñanza publica tenga el más alto nivel docente.

Evidentemente tiene que tener el mayor nivel posible. Pero en este punto, como le he señalado, la izquierda no ha cedido ni cederá. Y en alguno otro tema. Pero es igual. Lo que está claro es que desde mi punto de vista la presencia de la empresa es muy positiva, con sus responsabilidades y su sometimiento a la ley, como es natural.

Controlando que no se desborde.

Por supuesto y sobre todo el mundo de las empresas globalizadas o multinacionales.

Esas empresas de tipo financiero, especulativos…

Financiero no es lo mismo que especulativo. En principio, tomar dinero y prestarlo para hacer posible la concentración de capitales, es una función positiva. La palabra especulación es otra cuestión. Se puede dar dentro y fuera de lo financiero, por fuera, lo que aquí se llama la cultura del pelotazo.

Manuel-Fraga Y FIDEL

Aún no se percibe a España como nexo entre Ibero América y Europa.

Es cierto que la Unión Europea no se interesó nada por los temas de Latinoamérica. Y el pacto de Dahomey confirmó este desinterés, pues sirvió sólo en beneficio de las antiguas colonias africanas y asiáticas de Francia e Inglaterra. Nosotros hemos movido el tema de la colaboración con Latinoamérica y lo queremos seguir moviendo, pues tanto España, como Portugal tienen razones obvias, históricas, culturales, etc. Pero es necesario que Latinoamérica supere esta crisis. Iba muy bien el MERCOSUR pero se ha visto afectado. Nosotros no pretendemos ningún monopolio, estamos ahí y algo podemos hacer de los dos lados. Hace muy poco tiempo en uno de mis últimas visitas a la Argentina, (y llevo más de treinta), cuando estaban allá las nuevas compañías españolas, Telefónica, etc. me impresionó ver la Cámara de Comercio Española. Antes, eran unos viejitos muy respetables, antiguos inmigrantes, y ahora son jóvenes ejecutivos. Aunque luego se vino encima todo esto. Pero yo tengo la impresión en este momento, que tenemos algo que aportar.

Pienso que si, mucho, incluso forzar a Europa a esa colaboración.

Las empresas forman personal para países remotos, lugares donde las costumbres, (no se puede ver a los ojos a las mujeres, por ejemplo), la cultura, son completamente distintas a las nuestras. En Latinoamérica no tenemos ese problemas: tenemos la misma lengua y la misma cultura, etc. Esa sería la primera ventaja. Y es evidente que nuestra política de forzar a Europa a esa colaboración se verá reforzada mucho más ahora que España ejerce la presidencia europea, bajo la conducción de nuestro ilustre amigo y presidente José María Aznar.

¿Las comunidades puede jugar en el campo de la solidaridad un papel más positivo que el propio estado en su conjunto?

Eso es minuta, en definitiva la influencia es conjunta. Es cierto que, si por algo le llaman gallegos a todos los españoles en la Argentina, es porque hay mucho gallegos. Y nuestra obligación es pensar en ello. Sobre todo, porque estos buenos gallegos crearon allí sociedad mutuales ejemplares, como es el Centro Gallego o la casa de Galicia de Montevideo. Y ahora están pasando por una crisis muy seria los viejitos de la inmigración. Estamos contemplando planes de ayuda. .

Muchos jóvenes argentinos quieren venir a vivir a España.

Si, lo sabemos. Es un tema más complejo de lo que parece. Ahora estamos debatiendo, como usted sabe, una ley en el congreso para hacer mas fácil la recuperación de la nacionalidad. Pero en todo caso, debemos contemplar todos los inconvenientes, desde la licencia para conducir, por ejemplo, hasta la convalidación de los estudios, etc. Plantean problemas técnicos que se van resolviendo. Es cierto, bastantes quieren venir. Y en estos momentos, como por desgracia, en España y en toda Europa, la natalidad está bajando, por lo mismo la inmigración es mucho más fácil. Igual que ayer, cuando fueron las inmigraciones española, o la portuguesa, o la italiana quienes las que mejor encajaron y ayudaron a construir las nuevas naciones en un tiempo que, como decía Alberdi, «Gobernar es poblar». Es evidente que mejor será -no es que yo rechace a nadie por prejuicio racista- pero es verdad que hay diferencias de cultura y de civilización por lo que hace más fácil completar los huecos que haya en las filas demográfica con gente venida de allá, que con gente venida de otro sitio, -que no rechazamos de modo alguno. Pero si hay alguna preferencia, debería ser a favor de la inmigración iberoamericana

Vivimos al borde de algunas situaciones dramáticas en lo que respecta a la falta de insumos hospitalario, a carencias de tipo alimenticio, educativo, etc.

Estamos trabajando en el campo de la solidaridad. Hemos creado a tal fin, una secretaria con rango inferior a consejería, hemos puesto a dos consejeros para asuntos de comunidades gallegas en el exterior, a trabajar directamente con Argentina, y estamos ocupados en la tarea de colaborar para crear una fundación de ayuda en la que están colaborando activamente casas comerciales. No es más que una gota de agua en el mar es cierto, pero vamos a ayudar.

Confiamos que saldremos de esta crisis.

Siempre se sale, por una vía o por otra, y anhelamos que sea pacifica, constructiva y rápida. Yo creo que la gente está harta de todo. Creo que lo mejor sería dejar desarrollar hasta el final el plan de Duhalde.

La gente está ansiosa…: cinco presidentes en diez días.

Eso un record, sin duda.

A ver cuando lo vemos por Argentina.

Estoy iniciando mi cuarta legislativa, pendiente del desarrollo de la presidencia española en Bruselas.

¿Porque lo vota la gente?

Yo creo que porque está conforme con lo que hago. No cabe otra hipótesis.

¿Ha cambiado Galicia?

Algo ha cambiado, los países no cambian. Hay más escuelas hospitales, carreteras, pero el país sigue siendo el mismo. Afortunadamente.

¿El gallego que vuelve la encuentra distinta?

Si, lo encuentra mejor. Las bases se han sentado. El gallego en Argentina puede ver lo que es Galicia hoy incluso por televisión por cable. Pero ha sido el pueblo el artífice. Nadie, ningún político puede decir si lo ha hecho bien o mal sin someterse cada cuatro años a las urnas. Esta es mi última legislatura, por obvio, quiero dejar el país organizado y una política bien establecida, porque las autonomías había que armarlas de arriba abajo.

Parece ser usted apreciado por sus paisanos…

No es unánime, por supuesto, ni que no haya momentos que uno no sintonice, pero es verdad eso que usted dice, y tiene una explicación. Hay una frase de Maquiavelo que dice que el Príncipe debe aspirar a ser amado y temido, pero si tiene que escoger, mejor que sea temido que no amado.(risas) Eso en democracia es imposible.

Dicen que hasta la oposición ha modificado las relaciones con usted.

Yo estoy haciendo lo posible por lograr un trato mas amable y se está aceptando.Siempre digo que los ingleses han sido maestros. Ellos han cuidado mucho este tema de las buenas maneras. A veces se ve a los ingleses en sus formas exteriores. Usted no puede decir en los comunes «el señor diputado miente«, debe dirigirse siempre al señor presidente, debe decir, por ejemplo, «lamentablemente nuestras informaciones no coinciden exactamente con el representante«, pero si usted dice que el otro miente le retiran la palabra. En los percheros del parlamento ingles, hay unas cintas rojas porque allí se dejaban las espadas, y sólo había una, la del sargento de armas, que es quien ponía y pone orden, si es necesario. Todo eso es lo que nos faltaba por conseguir y nos estamos acercándonos a eso en la vida política gallega.

Sacarle la crispación a la política y convertirla en política.

En política civilizada.

La política griega.

Bueno, la política griega tenía sus más o sus menos, porque existía la posibilidad, por ejemplo, que un tribunal popular condenara a muerte a Sócrates.

 

NOTA/BIOGRAFIA DE MANUEL FRAGA IRIBARNE

Nació en Villalba, Lugo, el 23 de noviembe de 1922. Padre de cinco hijos. Licenciado en Derecho y en Ciencias Políticas y Económicas. Autor de 90 libros. En 1945 ingresó por oposición a las Cortes Españolas y luego en la Escuela Diplomática, en ambos casos como número uno de sus promociones. Fue Secretario General del Instituto de Cultura Hispánica. En 1962 es nombrado Ministro de Información y Turismo desde donde desarrolla casi toda su actividad política bajo el gobierno de Francisco Franco, impulsando de manera especial la industria turística. De 1973 a 1975 fue embajador español en Gran Bretaña. En 1977 crea el partido Alianza Popular que sería el germen del actual Partido Popular. Fue uno de los «padres de la Constituciòn Española» de 1978. Posee innumerables distinciones de varias universidades y organismos culturales. Desde 1989 viene siendo reelecto Presidente de la Xuna de Galicia. Fraga Iribarne es el último político en activo de la época franquista.

Comments are closed.