Manu Chao

 

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Subimos con Manu y algunos amigos al primer piso del bar «Glaciar» en la plaza Real de Barcelona, mientras afuera, la fría noche, mezcla turistas boquiabiertos frente a una paella pret a porter con «colgados» de «caballo«, de inmigración, o simplemente, de tristeza y desamor. Dos buenos vinos peleones por delante y la charla comenzó a girar sobre los preparativos de los actos contra la reunión europea de mediados de marzo en la ciudad. Manu cantará en Montjuich en la fiesta que reunirá a miles de antiglobalizadores.

La ciudad ya comienza a estar tomada por las fuerzas del orden (A las que muchas veces se le achaca, «casualmente», el origen de los desórdenes. Serán contradicciones del sistema, se pregunta la gente con ironía). La conversación con Manu se va acercando a nuestros pagos.

Manu, vos estuviste en Argentina, cantaste allí, te metiste entre la gente, viste, escuchaste y hasta oliste el país, ¿qué pensás de la Argentina de ahora, cómo está la cosa?

Vaya pregunta. Yo llevo ahora un año sin ir allí. Entonces, analizar la situación es difícil. Sentimentalmente me parece muy duro lo que pasa allí, durísimo, y al mismo tiempo, a mi me parece que era un poco previsible. Nada más hace unos años, cuando yo estaba en sudamérica por esa época, cuando hablaban de eso, de la paridad del dólar con el peso. Yo no soy economista, pero cuando oí eso pensé: ahí hay algo forzado. No entiendo nada de dinero, pero, cómo puedes decir de una manera: ¡Ale! Tac! Como si no hubiera pasado nada y el peso es así, automáticamente, equivalente a un dólar. Pienso que es bastante absurdo. Y la primera reacción que tuvimos todos fue que eso no podía aguantar mucho tiempo así. La verdad es que aguantó bastante tiempo, pero para peor, para derrumbarse en cierto modo. A nivel técnico no te lo puedo decir, no soy técnico en esto. Pero la más grave enfermedad, no sólo en Argentina sino en toda sudamérica y el mundo entero, es la corrupción. El que llega a echarle mano al billete se lo mete en el bolsillo y sale corriendo. Eso en Argentina está clarísimo.

¿ Por qué que se corrompe un político?

En Cabo Polonio, en Uruguay, hay un chaval, un pescador, que me dijo una frase terrible. Estaba mirando las aplanadoras en la playa y dijo: «El hombre es corrupto por naturaleza

¿Vos coincidís?

Yo coincido en el hecho que, de lo que yo se, aparte de muy pocas excepciones, en toda la historia de la humanidad, el que llegó al poder la jodió.

¿Qué hacemos con el poder, entonces, Manu?

Habría que poner unas fórmulas extraduras con la gente a la que le damos nuestra confianza. El primer problema es el de la justicia, deberíamos castigar mil veces más a un presidente de la república que a cualquier ciudadano, y actualmente es al contrario.

Al que roba una gallina……

El que roba una gallina se tira seis meses en la cárcel, uno que roba cuarenta millones en un banco, ni entra en la cárcel. Es un poco bruto de decir, pero a un presidente de la republica que se le pille con la mano en el bolsillo, es pena de muerte, pero directa. Sí. Es el único caso en el que justificaría la pena de muerte, esa persona tiene la confianza de todo el país, y esa persona tiene que ser totalmente incorruptible. Pero en toda la historia de la humanidad nunca ha funcionado, porque el tío, claro, está ahí arriba, nadie le ve, y nadie le va a decir nada. Es muy fácil meter la mano al paquete. Habría que tener unas leyes muy duras con los dirigentes, más que la pena que se le da a un ciudadano cualquiera por robar. Cuando digo pena de muerte se que es una brutalidad, pero triple pena sí, por la responsabilidad y la confianza que le ha dado el pueblo. Triple pena. Es una solución que me invento ahora mismo, pero va por ahí.

El pescador afirmaba que el hombre es corrupto por naturaleza, hay quien dice que el hombre es malo por naturaleza, lo que sería otra alternativa de su perversidad. Es una línea de continuidad, cambiando uno por otro, ¿cómo lograr, entonces, que la conciencia colectiva, el hecho de existir con todos, nos permita vivir en armonía, decentemente en definitiva, cuando la historia nos demuestra, como vos decías, que llegar al poder ya es sinónimo de corrupción?.

Estamos en un punto que, de todas formas, lo que digo yo no sirve de nada, porque lo tienen todo controlado. En Francia, por ejemplo, va a haber elecciones para presidente de la república dentro de poco, pues bien: Chirac ha callado a cuatro jueces y los vuelve a meter en la cárcel y ya está, hoy callando a un juez has ganado las elecciones.

¿Cómo te sientes como músico frente a estas cosas?

Bueno, no siento como músico, siento como un ser humano, zapatero, músico… es lo mismo. No es una cuestión de corporaciones, son los que nos mandan. Yo lo que siento como ciudadano, soy ciudadano francés, y vivo en Francia y pago mis impuestos en Francia. Si ese tío es presidente de la republica dentro de cuatro meses, no quiero pagar más mis impuestos en Francia, no quiero más, me negaré a pagar mis impuestos. Esta será mi respuesta.

Tu actitud de resistencia frente a la corrupción.

Pues sí. No hay derecho a ganar las elecciones callando la boca a un juez.

¿Y él la va a ganar porque la gente lo va votar?

Claro.

¿La gente sabe que ha hecho con los jueces?

Sí, pero no le importa a la gente. La gente está mirando «Operación Triunfo» en la tele. A la gente si se le calla la boca a un juez le suda la polla. Lo que les importa es lo que pasa por «Operación Triunfo«, el fútbol y el domingo.

¿Qué se puede hacer frente eso?

A mi me parece algo asqueroso todo esto. Fíjate lo que pasó en Líbano hace unos días, que el Sharon, de Israel tenía que pasar a juicio en Bélgica por las masacres en los campamentos palestinos y a un testigo de primera importancia, que lo iba a denunciar, lo mataron. ¿Quién se está quejando? ¿Quién está gritando al escándalo? Nadie. Eso es mafia. Nos están vacilando por todos los lados, y el Bush el primero, con lo fabuloso de la democracia y la lucha de la democracia contra el mundo bárbaro. A mi me parece una inmensa mentira, porque cada día yo creo menos y menos en la democracia, porque es una falsa democracia. Hace años en Argentina, en Brasil habían dictaduras, estaban los militares. Ahora todo eso ha cambiado, todo el mundo habla de democracia. ¡Ah, la democracia! Pero yo considero que en el siglo XXI hay otra dictadura que se esta poniendo en su sitio y es mucho más peligrosa que la de los milicos: la de la mafia. Estamos entrando en la época de la dictadura de la mafia, escondida detrás de la democracia. Estamos en la dictadura del dinero y de la mafia, y eso está subiendo por todos lados, llegando a un momento crítico, hasta el momento en que será imposible volver atrás.

¿Imposible volver para atrás?

Hablo de entrar en una dictadura real, de entrar en un rollo de asentarte en la dictadura. Ya no es la democracia en la que todo el mundo decide o no decide, es la dictadura, donde si abres la boca en contra te eliminan. Esa es otra lucha mucho más peligrosa y complicada. Hay muchos países dónde ya es evidente que la mafia se esconde detrás de la democracia. Primero Argentina, luego México. De México no hablemos, que es el ejemplo, el más evidente. Por todos lados hay casos mafiosos en la gran mayoría de democracias del mundo. No digo en todas, pero la mafia se está poniendo detrás de las democracias y les pone su banderita: «que todo va bien y esto es lo mejor que hay». Y son los que están controlando todo.

¿Vos le llamas «mafia» también a las grandes corporaciones?

Claro, la mafia ya no es la mafia siciliana de clan familiar, las mafias son unas redes mucho más complicadas y que tocan cosas tan importantes como multinacionales, es mucho dinero la mafia. ¿Por qué no se legaliza la droga? Yo siempre he dicho que el dinero de la droga es el dinero negro de muchos gobiernos, es el dinero que pueden utilizar sin dar cuentas al pueblo, y es muchísimo dinero, luego está el negocio de los armas. Todo está funcionando por ahí, en esos terrenos.

Frente a este bloque que señalás como casi indestructible en este momento histórico. ¿qué deberían hacer los intelectuales, quiero decir aquellos ligados al arte y al pensamiento?

Debemos intentar enfrentarnos a eso, luchar. ¿Pero, cómo?. Esa es la gran pregunta. yo me la estoy haciendo cada día, no tengo la solución. Dónde no tenemos que llegar es al estado en que se encuentra ahora por ejemplo, Tijuana, donde se dice que hay una democracia, donde los intelectuales, los periodistas me vienen a entrevistar con dos guardaespaldas. Porque cuando alguno se ha permitido criticar al ayuntamiento de Tijuana, han apaleado al jefe, y a los periodistas. Y tienen que ir con guardaespaldas. Y eso es una democracia. Es México. Imagínate a unos periodistas de cultura que no son muy políticos, que van a entrevistar a Manu Chao que no pinta nada allí, y van con guardaespaldas.

¿Así que la mafia le teme al pensamiento y al cultura?

Yo no creo que la mafia le tema a algo. La mafia, lo que le molesta lo elimina. Les suda la polla que seas intelectual, pescador o lo que seas. Funciona como una dictadura. Ya lo dice la canción del «Señor Matanza»: «lo que no tiene lo compra, lo que no compra lo elimina«. Y tres cuartos de los intelectuales están comprados por el poder. Entre todos los circuitos de divulgación hay uno inmenso que es la televisión, que está totalmente controlado, y luego los canales libres de comunicación que nos dejan son muy pequeños y no llegan a las masas.

Es un cuadro demoledor.

Totalmente demoledor. Hace varios años que lo vengo diciendo, lo siento en mi cuerpo que esto no funciona. Que estamos en algo muy grave, a punto de caer otra vez en una dictadura.

Lo señalás como un hecho casi global.

¡Es global! Es un arreglo entre mafias mundiales, lo tengo clarísimo. Mafias políticas y económicas, pero es mafia.

Mirando hacia atrás, vemos que existieron generaciones lúcidas, gente que buscó en el socialismo, por ejemplo, una salida al sistema imperialista, y sin embargo, de los propios niños pioneros que fueron educados en la Unión Soviética, en el humanismo y el internacionalismo, muchos acabaron siendo mafiosos ¿ Hay un punto de inflexión en el hombre?

Sí, hay un punto, y está en esa frase del pescador de cabo Polonio….

Pero vamos a suponer, Manu: un pibe que hoy te sigue a vos, que tiene veinte años, que es un ser noble, que intrínsecamente no es corrupto, que va a tu concierto, que lee, que quiere estudiar una carrera, llega a los cuarenta por decirte una edad, y… ¿se integra a esa mafia?

Depende, o se pasa toda la vida trabajando para esa mafia cobrando su sueldito, o a lo mejor lo explotarán, porque para vivir hay que trabajar. Entras en una fábrica o te pones a vender libros, que ya entras en el circuito donde está todo muy reglamentado y te dan lo que quieren. O vas por la libre, que es lo que hacen muchos chavales de barrios que ya no entran en el circuito, se meten directamente en la mafia, son los que venden la coca…lo vi en Colombia, y en Argentina, y en París, por todos lados.

¿Vos crees que la familia tradicional judeocristiana lleva a la gente a olvidar sus ideales?

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En Europa hoy en día la familia no pinta nada. Mi tercer temor es la generación que llega ahora, los que tienen trece o catorce años en cualquier barrio de Europa. Algunos capos de barrio que son mis amigos que tienen entre veinticinco o treinta me dicen: «Con los hermanitos no podemos con ellos, es que ni siquiera los entendemos, son mutantes» Están llegando los mutantes, esa es mi opinión, son chavales que están subiendo de todas las barriadas de Europa, y aquí en Barcelona los chavales de quince años rapaditos y con píldoras ya son mutantes, y la familia ya no puede nada con ellos, ya no les educa la familia ni de coña, ¿la escuela? no los educa para nada, esa gente está completamente educada por la televisión. En la educación de la juventud en todo el mundo, hoy en día, la familia baja los brazos, y la escuela baja los brazos y la única que educa a la juventud es la televisión. Está saliendo una raza de mutantes, porque son totalmente mutantes, que es terrible, pero al mismo tiempo es interesante, porque son todos pequeños Bin Laden, y el sistema les tiene mucho miedo. Ya son incontrolables, in-con-tro-la-bles, porque no respetan nada.

¿Ni a la mafia?

Nada. Na-da. Porque los ha educado la televisión, y la televisión no respeta nada. Es mi teoría. En cierto modo, para salvar el mundo, rehabilitar la cosa, hay que quitar a la televisión el poder de educar a la juventud.

Antes no había televisión, y se hizo la segunda guerra mundial. Te voy a hacer un simple comentario relacionada a una pregunta que te hice antes. La Unión Soviética nunca tuvo una televisión beligerante y agresiva en el sentido de crear esta idea, y sin embargo de ahí surgió esa mafia rusa que forma parte de esa mafia mundial que señalás. ¿Es el hombre? ¿Es el sistema?

La mafia rusa, que es una de las más potentes del mundo, está totalmente obnubilada por el modelo occidental, criada con la televisión europea también. No vienen de ideales soviéticos. Todos lo mafiosos rusos están hinchados de ver todas las emisiones americanas. El modelo de ellos es americano total, no es para nada ruso, aunque tenga un cierto rollo cultural ruso, la brutalidad…. pero los gángsteres, los mafiosos rusos, son más americanos que los americanos.

Entonces, ¿lo que está sucediendo ahora en Argentina, es, para vos, el resultado de toda esta realidad globalizada?

Lo que pasa hoy en Argentina no es sólo culpa de Argentina, es mucho más amplio. De lo que sucede en sudamérica, el 60% de las causas está en Washington, y el otro 40 es de los políticos que abren las puertas a Washington. Es que es muy difícil como dirigente político ser presidente de un país latinoamericano y decir ¡no! a EEUU, y aguantar más de seis o diez años. Hay uno, Fidel, pero ¿quién aguantó aparte de él? Les minan el terreno en dos patadas, les quitan el dinero y al final es el pueblo el que no tiene para comer y grita «¡Vete de aquí hijo de puta

Doscientos años tenemos de historia en latinoamérica, también EEUU tiene doscientos años, desde 1776. ¿Por qué ellos llegaron a ser los dueños del mundo y nosotros el culo?

Esa es la historia del colonialismo.

¿Del colonialismo en América?

Yo no soy historiador, pero lo único que sé es que estuvieron primero los españoles y los portugueses chupando como vampiros de sudamérica. El oro pasaba primero por Madrid, pero se iba para el norte de Europa. Los bancos no estaban en Madrid. Carlos V, todo lo que llegaba de Potosí lo metía en bancos alemanes para comprar armas, el dinero en efectivo llegaba allí al norte. Y luego estaban las guerras de independencia de latinoamérica. Todo muy bien. Simón Bolívar y sus ideales. Pero todo el mundo sabe que detrás de Bolívar estaban los ingleses. Era puro comercio, los ingleses querían quitarse de encima a los españoles y a los portugueses, entonces ¿quieres dinero? ¿quieres armas? Toma. Independencia, sí claro, pero cuando seas independiente esta fabrica es mía y esta mina es mía.

O sea que, para vos, ¿las guerras de independencias fueron lucha entre potencias colonialistas, no una aspiración de los pueblos?

Claro que estaba la aspiración de independencia, pero ¿quién ponía el dinero y las arma para echar a los españoles? Los ingleses, los europeos, los otros, que estaban hasta el culo de los españoles. ¿Queréis independencia? Estamos con vosotros, pero os va a costar esto, esto y esto otro. Y ellos, por idealismo, para sacarse de encima a los españoles, aceptaron, y aceptaron retos que eran inaceptables.

¿Lo siguen aceptando ahora?

Es que ya está. Colombia independiente, Venezuela independiente, vale, muy bien, la banderita y para presidente buena vida y unos canapés, pero ese tío para llegar ahí lo tuvo que vender todo, las fabricas. Y llegaron los ingleses y les dijeron, ahora tu gente trabaja para mi. Mi fuente para conocer todo esto es el libro de Eduardo Galeano «Memorias del fuego» que explica todo esto. Y esto sigue funcionando así todavía.

¿Vos percibiste todo esto también en tus viajes?

Claro, se nota ahora en Argentina, Argentina se desequilibró y mira Telefónica y todas estas, que hasta en Madrid están temblando por la crisis en Argentina. Y de tanto chupar del país al final también le salpicó a ellos también, y no te hablo de las empresas gringas y no se qué. El país está vendido, totalmente vendido.

¿Hay alguna alternativa independiente a esos poderes es estos países? ¿Es muy difícil, o es posible o imposible?

Ser lúcido hoy en día es muy jodido, a lo mejor me estoy equivocando totalmente y soy un paranoico de mierda. Pero yo lo veo así, y es jodidísimo vivir así. Entonces hay dos soluciones: o caes en el nihilismo y dices: las cosas son así y me voy de pastilleo a la discoteca a pasármelo bien hasta que caiga la bomba y me suda la polla lo que pase, o con las uñas, «Próxima estación, esperanza.». Pase lo que pase, tener esperanza, y hacer cosas aunque sea a tu nivel, y yo en el único nivel en el que creo es a nivel del barrio. ¿Otra revolución general? ¿Que va a llegar otro Lenin? Si llega, a los veinte años ya nos estará jodiendo a todos otra vez. Esa ya no me la creo, sinceramente. Ahora lo que creo yo, es que de una conciencia general de la gente que está llegando, y eso lo veo en todos los países también, y esa es mi esperanza: que ya nadie en el mundo cree en los políticos, seas pescador, universitario, del campo o de la gran ciudad. Todo el mundo sigue en la rutina porque «¡que vamos a hacerle!», pero hay una cosa muy importante y es que ya nadie cree en los políticos. En Argentina ya es obvio. Pero la gente es increíble, es muy fuerte, no hay un sólo lugar en el mundo donde, en la casa de un campesino, por ejemplo, en medio del campo, salga un político por la tele y la reacción de ese hombre no sea decir siempre: «¡Payaso, este es un payaso!» (risas) Ya es unánime en el mundo. Hace ya años que cuando estoy delante de un tío que, incluso no conozco de nada, y estemos allí delante de un televisor pueda yo escuchar, por ejemplo, cuando aparece un político: «¡Este político es de puta madre!» Poquísimas veces se podrá escuchar eso.

Habrá que buscar una alternativa ¿no?

¿Alternativa? Conozco a muchos revolucionarios e idealistas que van a cambiar el mundo, luego llegan a casa y le pegan un par de hostias a la mujer. Entonces hay que empezar por abajo. Primero hay que hacer una revolución personal, que pueda llegar a la casera y que pueda llegar al barrio. Yo personalmente es hasta donde me siento capaz de llegar.

¿Qué es el barrio para vos?

Para mí, mi casa va desde Poble Nou a Poble Sec. Hasta ahí llego, porque ahí, si hacemos cosas vemos el resultado. Luego, más arriba… Me he metido más arriba, estuve en Génova, estuve en cosas, pero ya entras en un rollo politiquero, porque ya te vuelves un personaje político, como hicieron de mi en Italia, y entras en la comunidad política, que es muy complicada. La nota del otro día por lo de la calle Carabassa, demolición: «que Manu Chau está forrado de dinero y va ahí«, son técnicas berlusconianas. Cuando yo llegué a Italia el periódico de Berlusconi decía. «A Manu Chao, lo único que le gusta es el dinero. Os está engañando a todos»

Eso es mafia.

Total. Entonces entras en rollo politiquero que es mucho más difícil y cansa mucho, es complicado estar cerca de gente que está muy curtida en ese juego. Y si te metes a joderles mucho, entran los de los servicios especiales a que te metan un kilo de coca en la camioneta, y ya te jodiste. En Italia, vigilábamos el camión cada día porque estábamos convencidos de que de un minuto a otro nos iban a meter un kilo de coca en la camioneta. Pero a nivel de barrio es posible, veo los resultados. Más arriba, ya entras en la política, y ahí hay mucho tiburón, hay que estar muy curtido y tienes que ir con mucho cuidado porque te machacan en dos segundos. Yo me meto cuando puedo porque es mi ciudad, porque los europeos aún estamos en cierto modo en unas democracias aceptables. Yo voy a Tijuana y digo lo que sea, el ayuntamiento es mafioso, me suda la polla porque no vivo allí, pero si viviera en Tijuana me callaría la boca como todo el mundo porque no me apetece que me maten a la novia, o que maten a mi hijo, así, por la chorrada que he dicho por la tele. Con el tiempo llegará hasta aquí eso también, entrando por Italia… si dejamos hacer a Berlusconi.

Lo vota la gente.

La gente está muy engañada, En Francia todo el mundo dice: «¡Ah! la extrema derecha, ¿de dónde sale, de donde sale?» Son todos obreros, la gente que vota a la extrema derecha es gente que votaba a los comunistas hace quince años. Cuando llegó el paro, -y el comunismo funcionaba mucho a nivel de la fábrica,- pero llego el paro y todo el mundo se fue para casa apareció uno diciendo: «Tendréis trabajo si echamos a todos los extranjeros«. Y la gente que vota extrema derecha en Francia no son todos fachas, son gente engañada, son gente en la miseria, el nazismo suburbial. Había mucho paro antes de Hitler. Hitler se aprovechó del paro. Estamos en una época ahora muy propicia para los populistas, como todo el mundo está perdido, no hay ideales de nadie, el mundo está ahí perdido en el siglo, es una hora adecuadísima para los populistas.

¿En Europa o en América Latina?

En todos lados, pero en América Latina aun más. Vas a Venezuela y ¿quién se presenta para las elecciones presidenciales? la miss universo 94. Esta es una señal muy clara de que el oficio político está vacío, ahora son las multinacionales y las mafias que ponen payasos para que la gente voten para ellos y son totalmente manipulables. Lo importante ahora, para ganar unas elecciones no es tener un buen programa electoral, es tener una buena imagen televisiva y tener un buen marketing. Asesor de imagen. Lo sabe todo el mundo pero a nadie le parece extraño. Nadie vota ya a un tío por un programa político.

Hablando de la antiglobalización, ¿creés que este movimiento incipiente puede ser el comienzo a una salida a esta mafia y a este poder?

Sí, porque son miles de revoluciones de barrio y cada uno trae su cosa. De ahí fue el gran problema de Génova donde me peleé mucho en la prensa contra eso. Todos los medios estaban empeñados en poner líderes al movimiento anti G-8, en que hubieran cabezas. A me suda la polla el líder de la antiglobalización. ¡No! Ni yo, ni Bové, ni nadie. La única oportunidad de ese movimiento de ir para adelante es que nunca haya líderes. Tiene que haber cabezas que pasen por la tele, pero tienen que ser cambiantes, nadie se tiene que instalar ahí en el sillón de líder, sino acabará como un hijo de puta, como todos. Aunque al principio no lo sea. Pero al final acabará como un hijo de puta.

¿Qué tiene el poder adentro que nos hace hijos de putas cuando se llega? ¿Hay un virus?

Está el dinero. El poder es el dinero. Money, la piscina, chicas en bikini, follarte todas las chicas del mundo. Yo, lo que más he sufrido en las relaciones humanas cuando monto proyectos, lo que más ha derrumbado las historias, ya sea una banda de música o en un barrio, el gran problema es el ego. El ego lo jode todo. Creo que está asociado con el ego. Es que no se… yo me hago siempre la misma pregunta. Cuando ya estás forrado de dinero, ¿por qué ir a por más y más y más, cuando no lo podrás gastar en tu vida?

Como las estrellas de «El Principito»

Sí, la codicia, es una enfermedad.

Pero ¿el ego? Hay muchos tipos pobres que tienen ego, bohemios de la calle que tienen ego…

Claro, claro, yo creo que hay muchos problemas por culpa de cada uno y de su pequeño ego, y la estamos jodiendo cada dos por tres por nuestro pequeño ego.

En el poder, el ego sumado a la codicia…

Hombre, es que es muy fácil, cuando tienes la llave del banco nacional. Tu entras allí, te llevas una bolsa de dinero y todo el mundo: – «Señor -¿si?- ¿le adelantamos su coche? Ve con prisa que tengo que ir a otro banco«. Mira, me ha gustado la formula de antes, la volveré a sacar por ahí. Presidente de la república, si tú metes la mano ahí: triple pena. Eso sería democracia. Me parece justo que la gente que se presenta a unas elecciones ya sepa su riesgo, si gana tiene que ser incorruptible, porque si no, lo meten en el calabozo por el resto de su vida.

En ciertos países -nórdicos, por ejemplo- no existe ese grado de corrupción casi institucional del que estamos hablando.

Puede ser que haya menos corrupción pero escándalos hay por todos lados. Francia no es el norte aún, está en el medio, pero la política francesa en África, si lees ciertos libros, es que te acojonas, te acojonas del circuito mafioso que está directamente relacionado con el presidente de la república actual. Y que los dos millones de muertos en Ruanda, es, simplemente, una guerra entre Elf Aquitaine, petróleo francés y Shell.. Los tutsis con los americanos y los hutus con los franceses. Las armas que usaban los hutus llegaban con los helicópteros de la Elf Aquitaine. Dos millones de muertos, y es una guerra comercial entre dos compañías petroleras. Los centros culturales franceses en África servían de base para el trafico de armas. Invitan a músicos y a intelectuales, por ejemplo, a hacer giras por África pagados todos por Francia. Los centros culturales tienen que tener cultura, pero luego por detrás…… No todos ¿eh? Pero en África fue evidente. Hemos rechazado una gira por África de los centros culturales franceses por esto. Yo no quiero pasar por ahí ni de coña.

Vos señalas en una nota, que vamos hacia una americanización en ciertos aspectos.

Me da mucho miedo la vía berlusconiana, que Europa acepte en su seno a un tío tan evidentemente mafioso como Berlsusconi es un inmenso peligro, porque si nos acostumbramos a Berlusconi, de aquí a cinco años tenemos otro en España, otro en Francia y por todos lados. Yo creo que hay un frente de guerra democrática muy importante actualmente en Italia. Es la puerta abierta a la democracia mafiosa, está entrando por Italia.

Muchos creían que el peligro venía con Haider en Austria, el peligro neonazi.

Yo esto lo veo como un tema un poco más folclórico, me parece mucho más preocupante Berlusconi.

¿Puede crear antecedentes en otros países?

Ya te digo yo que el Aznar está diciendo: «Cuando pueda tener las manos libres como el otro, como mi amigo Silvio. Silvio haz todas las guarradas que nosotros no nos permitimos porque somos gente respetable, y cuando se acostumbre todo el mundo a nuestras guarradas, pues ya empezaremos también como Silvio que ya nadie dirá nada».

¿Habrá que alertar a la llamada opinión pública sobre este tema?

La gente está dormida, la gente duerme. En Italia, o la gente toma conciencia y vuelven a votar ¡fuera! a Berlusconi, o llegaremos a un punto en el que no habrá marcha atrás. Italia vivirá de una manera rara, y a Italia le pasará lo de Argentina dentro de diez años. Se ira todo al carajo. Italia es un laboratorio muy interesante, porque hay mucha gente de izquierda también, pero están como decíamos antes diciendo: «A ver, cómo hacemos, este tío enfrente está muy fuerte y se salta todas las reglas. No es un debate democrático. ¿cómo luchamos contra un tipo que no es democrático?». Y ahí está el debate actualmente de la antiglobalización. Hay muchos chavalines que dicen: «¡A pedradas, no hay otra, porque si no, nos dan por culo!» Es exactamente igual lo que pasa con los inmigrantes en Francia, hay mogollón de norteafricanos, y los mutantes. Los de catorce años han visto al padre pasarse treinta años en la fábrica, morir de tuberculosis a los cincuenta y el niño dice que su padre fue un gilipollas. Vio a su hermano mayor, que intentó la integración, centros culturales, el barrio, todo eso y que acabó amargadísimo, porque acaban todos amargadísimos a los treinta con depresión nerviosa, y el chavalín dice: «Ni mi padre ni mi hermano» Y se dan cuenta, -porque los chavales son muy listos-, que si se meten en la integración, al gobierno le suda la polla, si se meten en la fábrica, también al gobierno le suda la polla. «¡Hostia, pues con el islamismo les tomamos los cojones, tienen miedo de nosotros!» Y así salen. «¡Viva Bin Laden!» que así acojonamos hasta al presidente de la república. Y el islamismo radical es una forma de fascismo también. Te hablo de los chavales de barrio de Francia que sobretodo es un problema de inmigración. Aquí es diferente, si vas a las afueras de Barcelona ¿quien manda? Las pandillas y quienes las llevan para delante son los rapaditos fachas. «Porque cuando Franco teníamos todos trabajo. Cuando Franco no había que hablar catalán para tener un trabajo«. Estos rapaditos de padres andaluces o de aquí o de allá. Los chavalines son todos trabajadores inmigrantes, son hijos de tercera generación de inmigrantes andaluces, extremeños. Que el padre borracho en casa diciendo en casa que eso antes no era así. El chavalín que llega a casa de la autoescuela, de buscar trabajo. ¿No hablas catalán? No hay trabajo. Vuelve a casa. «¿Qué, te han dado el trabajo? No, porque no hablo catalán. ¡Hostia, que hijos de puta, porque cuando Franco esto no era así!» Y el chaval se mete en una pandilla de fachas, banderita española y al ataque.

Qué linda es la música ¿no?

Que no falte.

Vos tenías una guitarra Argentina que compraste allá. Tocaste con ella en Argentina.

Sí, la tengo ahí en el local.

La música, cómo alivia todo esto ¿no?

Y la comida, el vino, y el amor, y la amistad, esa es la pomada, eso es lo que no nos pueden quitar, ese tesoro no nos lo puede quitar nadie.

Decía Atahualpa Yupanqui que un amigo es uno mismo con otra piel. Los argentinos en general tenemos una idea alta de la amistad. Borges escribió sobre esto.

Pero la amistad está muy en peligro en el mundo de hoy, porque está enfrentada muy rápidamente por las democracias, es la competencia. Todo funciona a nivel de competencia. Estamos en un mundo que funciona gracias a la competencia, y esto es muy contradictorio con la amistad.

¿Entonces sólo nos queda el amor como último reducto Manu?

No, el amor es lo mismo, la amistad existe cuando la quieres realmente, también el amor pone en peligro la amistad, eh! Cuando hay dos amigos enamorados de la misma chica no te digo. Pero cuando hay dos amigos de fábrica mirando por el mismo puesto, y que sólo va a subir uno, la amistad está en peligro. El sistema no valora la amistad. El sistema valora la competitividad, uno tiene que ser mejor que el otro.

Vamos a soñar. ¿Qué mundo sería el bello? Porque, por ejemplo, hay una frase que yo no comparto porque, en cierto sentido, la veo como contrabando ideológico, cuando dicen «mi libertad termina donde comienza la del otro» Yo pienso que mi libertad se tiene que unir a la tuya, que tu libertad no me tiene que dejar fuera, que tenemos que unir nuestras libertades, no ser extranjero de la otra. Es lo que hablábamos del sistema, el sistema se nutre de estas ideas para mantener sus contenidos perversos. Como vos señalás, todas tus ideas son que estamos hoy así, el hoy es un momento histórico. Pero cuando te vas a dormir y dejás al margen todo y soñás tu mundo, ¿Cómo es?

Es que es totalmente surrealista lo que me pides. Ok, si me pides soñar un mundo partiendo de cero, te lo sueño. Pero si me pides soñar un mundo partiendo de lo que hay hoy es imposible. Para soñar un mundo nuevo primero tiene que caer este. Y lo que pienso es que este mundo va a caer por sí mismo, no lo vamos a hacer caer nosotros, van a caer por ellos mismos. Ellos mismos están creando sus propios mutantes. Es la historia de Frankestein. Bin Laden es un puro producto de Bush y de la CIA. Ese es un ejemplito que ya les derribó dos torres, pero cuando vayan a subir todos los mutantes de los barrios, de aquí a poco, porque ahora tienen catorce, pero cuando tengan veinte. No se, es que no acabo de imaginar cómo será esa gente al cabo de veinte años, no me cabe en la cabeza, ni a mi, ni a sus hermanos mayores. Si es una generación perdida vale, pero si son dos o tres como estos… ¡Adiós, entramos en la anarquía más salvaje! El sistema va a caer por los monstruos que están creando ellos mismos. No va a caer porque vayamos a ir a manifestaciones, va a caer por el monstruo que es el dinero, y actualmente el dinero es tan virtual. Yo estoy convencido, -y Argentina es la prueba más clara-, de que esta sociedad va a caer por la bolsa, un golpe de bolsa más en Singapur o por ahí… y un día el castillo hace ¡taca, taca, taca, taca!. va hacer un efecto dominó. El peor enemigo del sistema es el sistema mismo. Y ya están en algo muy frágil.

Sería guapo estar en el momento que se venga abajo ¿no?

Vendrá. La gente está tanto bajo presión, cuando tienes a tantos millones de personas bajo presión, cuando estalla la olla nunca es algo positivo, es algo negativo. Las dos torres es una olla que está petando, es fanatismo puro. El mundo está tanto bajo presión que los estallidos son ultra violentos. Cuando peta una olla a presión ¡peta! Cuando miré las imágenes el 11-S. pensé: ¡ya está, empezó la gorda! Pero van a haber otras, porque no se puede aguantar un mundo así, con doscientos tíos que tienen todo el dinero y todo el mundo muriendo de hambre. Y pase lo que pase, aunque tengan todos lo ejércitos y las armas, las democracias, las trampas y los periódicos del mundo, a un momento el hambre es más poderoso que todo. ¡Y la olla de presión va a petar! Yo creo que hasta ahí arriba, los grandes economistas y todo eso, que tampoco son tontos, ya están reflexionando a partir de lo de las dos torres, están diciendo esos cabrones de ahí arriba: «amigo, si seguimos así nos vamos a quedar todos en pelotas«. Pero mi pesimismo es que creo que los de arriba, los que llevan el mundo, están en un coche que va mil por hora y no saben donde está el freno. Puede haber un día uno, porque puede venir una día esa gente, un director general de la Sony, por ejemplo, que decide cambiar las reglas en su compañía, puede llegar, (hay idealistas ahí arriba, yo conozco alguno), pero estamos en el mundo de la competitividad, la otra compañía de al lado no va a decir «voy a hacer lo mismo«. Va a decir: «¡éste es gilipollas!» Y ¡plaf! Le come la compañía, se la compra y a tomar por culo. Están en un coche que va a mil por hora y no hay freno, porque al que frene los otros se lo comen.

Hasta que todo estalle…

No es culpa mía. Yo lo veo así, nadie puede frenar, tampoco es la primera vez. Y yo creo que si miras la historia a través de miles y miles de años, para mi esta sociedad está llegando a su punto crítico, va haber un derrame, un periodo de anarquismo total, vamos a volver a la edad feudal. Pero el problema es que vamos a llegar a la edad feudal con bombas atómicas, no se muy bien si aguantará el planeta. Y después de esa época saldrá algo, bueno o malo, no tengo ni idea, de eso estoy hablando para dentro de cien años. Pero antes tiene que pasar por un período de caos. Va a llegar el caos y hay que estar preparado y fuerte frente a eso, yo lo veo así.

Es muy fuerte la palabra caos, uno escucha en esta mesa del «Glaciar» la palabra caos y es un resplandor que llega adentro del alma.

Es terrible. Va a llegar un caos estilo Afganistán, clanes, jefes de guerra, cada uno en su barrio. ¡Se va a montar un pollo!

Eso ¿lo ves como inevitable?

A estas alturas cambiar el rumbo para algo bonito. Perdóname, pero no lo creo. Un ejemplo concreto. Si yo fuera un gran economista que tuviera altos estudios y me dicen: «ok, te proponemos ser presidente de Argentina, pero arréglanos el pollo«. Yo diría : «Tío, demasiado tarde, ¿qué quieres que haga yo aquí?» ¿Qué presidente va arreglar la Argentina ahora. Argentina ha llegado al caos ya. Y todo esto son señales de que todo esto va a petar. Lo de Argentina es un problema económico, es un problema de bolsa, de dinero y de corrupción. Argentina llegó al borde. Y era el último país de sudamérica en el que todos hubiéramos pensando que iba a caer. El que hace diez años era el más potente o de los más fuertes. Y el que ha caído es Argentina.

La crueldad – o la estólida vanidad- de ser primeros en todo. Bueno, vamos a ver que pasa con Argentina.

Cuando hablo así. ¿Qué voy a decir? ¿Que todo va a ir bien dentro de veinte años? No sé, mucho optimismo ¿no? Si alguien me convence de que hay vías por dónde se puede arreglar y puedo ayudar, me lanzo con la cabeza perdida. Pero ahora yo, para arreglar el mundo de alguna manera… Es que yo no se por dónde. Sí, se a nivel de mi familia y a nivel del barrio, eso se hacerlo y me concentro en eso. Más arriba, ¿qué vas a cambiar ahí? Al tío que lo mandan y le dicen: «tú vas a ser el presidente de Argentina«. Te subes ahí arriba, te agarras a los billetes que quedan, -porque sabes que vas durar quince días- y te metes lo que se ha dejado el de antes, y te vas corriendo, (amargas risas) hasta que llegue el siguiente, y así hasta que no quede nada de nada.

No quedó nada de nada.

¿Qué vas a hacer? Es como mandarte a primera línea frente a las bombas. No va a haber un presidente que dure cuatro años en Argentina, van a ir cambiándolo cada quince días. Lo que pasa es que la gente está hasta el culo y no tiene paciencia. Aunque llegue uno con buenas intenciones, para recuperar el terreno al menos son diez años, y a ver si el pueblo va a tener la paciencia, y sobretodo la confianza. Para recuperar Argentina son diez años, no se va a recuperar la cosa en un año o en seis meses porque llegue uno y todo bien. Imposible. Es una cosa demasiado desastrosa. Una labor seria de recuperar Argentina son diez años, no menos.

El problema es que la juventud se quiere ir.

Porque está asqueada, es normal. Lo vemos en la prensa, dicen «Tío, nos hemos aguantado veinte mil veces y veinte mil presidentes que nos dicen quédense que Argentina y bla bla, y yo me la he bancado veinte veces, me quedé cara al suelo, vino otro y me dijo, venga, es el país. Me levante, monté un estanco y al cabo de los tres años ¡bam bam! Todo fuera. Lo monté cuarta vez, cinco veces y a la sexta tío estoy hasta el culo, es que no puedo más«. Es lo que vemos y escuchamos en los informativos que muestran lo de Argentina. La gente dice: «no puedo más, me duele irme del país, pero me he caído veinte veces, tengo que pensar en mi familia y no en mi país«. El país los echa. Es igual que en África, hace años que los países africanos echan a su gente del país. A ningún africano le gusta salir para ir a vivir a Paris con un invierno de nueve meses que te cagas de frío, a ninguno le gusta. Están mucho mejor en Senegal o en Dakar o en Costa de Marfil con sus tradiciones, pero el país les echa. A ellos hace años que el país les echó. Lo que le pasa a Argentina, a África le pasó hace muchos años ya. Esto es histórico y viene de la descolonización, que sucedió algo parecido a la guerra de independencia de Simón Bolívar, que pasó como independencia pero todo maqueado por las empresas europeas. Europa les dio la independencia pero se quedó con todas las minas, ningún país se quedó con las suyas. No les dejaron ninguna oportunidad. Sólo hubo un presidente en Burkina Faso, Thomas Sankara, que era militar. Montó un seudo comunismo que empezó a funcionar bastante bien, al año y medio lo mató su primo, lo cogieron los servicios secretos franceses, le montaron una olla con el otro que se había follado a su mujer o no se qué le había robado y ¡fuera! Sudamérica se descolonizó hace doscientos años, pero África se descolonizó hace cuarenta. África se independizó y todo el mundo con la banderita, pero el país sin un duro, porque todas las empresas se quedaron del otro lado. Les dejaron la banderita pero ninguna fábrica, ni educación ni nada.

Vuelvo a aquel pescador del Uruguay, que dijo que el hombre es corrupto por naturaleza para preguntarme qué lo hace corrupto.

El lo único que conocía era su pueblo ¿eh?. Se habla mucho de las drogas y todo eso, pero la droga más dura del mundo es el dinero, la que más engancha y la que más mata. Ya podrán decir lo que quieran de la marihuana y de la heroína, pero la droga más terrible del mundo es el dinero. Por dinero matas a tu hermano. El dinero engancha la hostia, porque cuando llegas a tener dinero, y, si en algún momento te empieza a faltar, harías cualquier locura. La facilidad y el comodísimo enganchan terriblemente. El dinero es la peor droga del mundo, asesina total. Si vamos hasta el final en que las drogas no tienen que ser legales hay que penalizar el dinero.

Desengancharse de eso es jodido ¿no?

Terrible.

Bueno, hay que tirar para adelante…

Sí, yo creo en el barrio, a nivel de barrio se pueden reimplantar muchas cosas que funcionan, más arriba es imposible, te pegas contra un muro. A nivel de barrios sí. Esa es mi ilusión, ahí pongo mi ilusión. Ahí pongo mi energía y me gusta. Porque ahí se ven resultados y que puede funcionar. Y que tu vecino que está enfrente de tu casa, que está en el cuarto segunda y en el cuarto primera, puede ser un facha de cojones, pero si ve que estás haciendo cosas buenas en el barrio cambiará su mente. No cambiará por un discurso político en la tele.

Hablando del movimiento barrial, yo revindico el barrio porque crecí en una esquina de barrio porteño. Pero la urbanística hace edificios horizontales, cada uno se encierra en su departamentito y si algún vecino te encuentra en el ascensor, no te quiere ni hablar, está deseando salir lo más rápidamente posible. Aunque ahora las llamadas asambleas barriales van cambiando esas actitudes para bien.

Pero está ¿eh? En Argentina vi mucho el movimiento barrial, en Mendoza, en el barrio de la Gloria, ahí con una pequeña radio que había un cura de puta madre, y alrededor los tambores, la murga y todo el tinglado como algo asociativo, en uno de los barrios más jodidos de Mendoza. Y eso te llena de vitalidad dices: «¡qué bonito, bien! Esa fabrica que te comenté en Argentina que los obreros ofrecían a la noche la fábrica para los conciertos. No han cambiado la política ni la economía Argentina, pero han cambiado el ambiente en una fábrica. La actitud del ascensor se puede romper a nivel de barrio, a nivel de tu edificio puedes hacer un trabajo político. La mujer del viejo facha de enfrente, pues les subes las bolsas cuatro veces, aunque sea facha. «Señora ¿le subo las bolsas? Si el hippie de enfrente, que es lo peor de todo, le sube las bolsas un par de veces pues ya se aguantan. No decir: «Ese es un facha» ¡No! Es una persona, le echas una mano porque es tu vecino y tiene derecho a ser facha o ciclista o lo que sea. He conseguido ablandar a alguno así en años, (risas) sí, me costó la hostia, nos pinchaba las ruedas de las bicis y venía a casa porque estaba la Nadin, que era africana, y venía gritando en las escaleras: «¿Qué es esto, una casa de putas o que?» (risas). Pues ahora está esperando cada mañana a las siete de la mañana para verla cinco minutos y charlar con ella. Y ya paró de pincharnos las bicis, y ya paró todo el coñazo. (risas)

Un trabajo lento...

Lento, de barrio. Ves las cosas cambiar. A nivel general…pfff.. gotitas de agua. Se puede hacer algo sí, a nivel general, estaremos el 14 aquí (la reunión de jefes de estado de la Comunidad Europea en Barcelona, del 14 al 16 de marzo) y haremos lo que podamos, y se cambiará algo y servirá algo de prensa, pero no es fundamental. Lo fundamental para mi es mi vecino, que se ablandó.

Que no leerá esta nota…

Puede que algún día, poco a poco se interese por estas notas.

¿Y tu música Manu, que es?

Es mi refugio y mi suerte. Cuando hago música me olvido de todo y es mi medicina. Y mi suerte porque además me ha abierto las puertas de mi libertad. Soy conciente que tengo la suerte de vivir y ganarme la vida con lo que me apasiona. Muy poca gente lo logra. Normalmente la gente curra seis días a la semana en un trabajo de mierda y sus placeres se los paga en su día libre. Yo tengo esa suerte. Nunca estoy de vacaciones, trabajo siempre porque es que me encanta. -¿Manu, cuando te vas de vacaciones? Nunca, porque es mi oficio, me encanta y además es mi pasión. No me pueden desconectar. Luego vienen otros problemas, se enfada la novia… pero nadie me puede quitar de ahí, estoy siempre ahí y me encanta. Y es mi arma también, porque tengo el poder de poder hablar por el micro, que eso no lo puede hacer mucha gente. Tengo el poder de convocatoria y otras cosas que luego habré de utilizarlo de una manera o de otra. Con el dinero que tengo que me he ganado la vida de puta madre con mis discos, que se venden como panecitos, podría estar ahora en las playas de Brasil. Lo he intentado en mi vida, (risas) te lo digo, lo he intentado. Estar en la playa de Brasil y te quedas allí toda la vida esperando que caiga el coco, cuando llegas con un poco de dinero ya eres el rey del mambo. Y me podría quedar hasta el final de mi vida en Brasil, frente a la playa y el mar. Es lo más bonito que puedes hacer en la vida, es eso lo que hay que hacer. Pero luego estás quince días en la playa y luego empiezas a pensar en todos los amigos que se han quedado en el pollo, y te entra mala conciencia. Y piensas «yo aquí, de puta madre y toda la mierda se queda allí y tú aquí, escondido ¿o que?»

José Martí decía que el hombre no debe elegir de qué lado se vive mejor sino de qué lado está el deber.

Eso es una inmensa ética, pero es muy difícil y a mi nivel es muy difícil también. Entre el deber y lo gozoso. El deber es algo muy duro, es algo que te implica un rigor muy difícil y lo fácil es una droga. No te hablo de ahora, pero si estás en Argentina hace veinticinco años, en dictadura, el deber es abrir la boca, pero sabes que tu deber es dar la vida. Y cuando tu deber es dar la vida, te lo piensas un poco. Digamos que hay que tener un par de cojones así para decir mi deber es ese, y dar la vida. Mañana veremos si doy la vida. El deber es el deber. Yo no viví en Argentina en la dictadura y nunca tuve que que enfrentarme a esa situación. Sinceramente, te digo que no se si sería capaz de hacerlo, si tendría la valentía suficiente de dar la vida, no lo sé. Eso es el momento el que decide.

(Manu no lo sabe, pero sus palabras y su propia vida, encierran el acero del coraje, porque él eligió el lado del deber armado de una guitarra y una canción. Nos despedimos calentando en el apretón de manos el frío de la noche, mientras anónimas sombras acomodan bajo los portales de la plaza los míseros cartones que protegerán sus sueños.)

Barcelona- 28/01/02

 

SOBRE MANU

Manu vino al mundo en París, el 21 de junio de 1961. Su padre, Ramón Chao, que nació en Villalba, Lugo(el mismo pueblo donde nació Fraga Iribarne), tuvo que emigrar a Francia para huir de la represión franquista. Manu creció con primo y hermano jugando con el ritmo de Le Hots Pants, hasta que Mano Negra -ellos- puso el listón en lo más alto de la calidad musical. Densa -no en cantidad- ya es su discografía, como densa y barroca es su vida, con la que te puedes encontrar en el vestíbulo central del metro de plaza Catalunya, en Barcelona, o en un tren desvencijado, cruzando una Colombia guerrillera, traficadora pobre y muy peligrosa, (donde hasta su padre dejó la impronta), o navegando en un imposible barco carguero siempre al borde del naufragio, bajando y subiendo a puertos y favelas con la música como presentación. Hasta se construyeron una «Casa Babylon» y llamaron a Bob Marley para darle la llave. Manu atracó su barco en este puerto tanguero allá por el 92, y Mano Negra, casi una desconocida entonces, tocó para pocos privilegiados en Obras. Regresó hace algo más de un año y tocó en la calle para una fiesta de HIJOS. Así, casi como siempre, con ese aire de Clandestino, pero con dentro de ese viaje permanente, con ese ir y venir y traerse y llevarse la música, los sonidos, los alaridos, incluso, de este mundo, andando, siempre andando, hasta la próxima estación: Esperanza donde lo aguarda un pibe de la calle, un sueño de ternura y un mutante arrepentido.

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