Horacio Torres

HORACIO TORRESEl día 8 de febrero de 2004 hice este reportaje en la casa Museo Casa Carlos Gardel, en la calle Jean Jaures 735 de la ciudad de Buenos Aires a su Director Horacio Torres.

¿Cuándo se inauguró este Museo?

El 24 de junio de 2003 Es la única casa que compró Gardel, y vivió aquí desde el año 1929 hasta su muerte Se lo compró a su madre, que fue una figura muy fuerte en la vida del cantor.

¿Él eligió este barrio o el barrio lo eligió a él?

Creo que de alguna manera primó la idea del concepto social, y aunque él podría haber comprado una casa en otro lado aquí, lo hizo aquí, en el Abasto que era un barrio de clase media. Elige este lugar porque sienten que él y su madre estarán arropados ahí.

¿Empezó a cantar en este barrio?

Así es. El Gardel de 1910 empezó en un café que se llamaba O´Rodeman, que estaba aquí a la vuelta. Este era un barrio con mucha población masculina, gente de trabajo. La idea del café en Buenos Aires es muy fuerte, pero en aquellos tiempos el café era un lugar de distensión, donde había espectáculos y números artísticos.

¿La presencia masiva del inmigrante era más numerosa que la del nativo?

A partir de 1880 la inmigración es muy fuerte y en este barrio predominaba.

¿Si reflexionamos sobre el tango podríamos decir que el tango ayudó a hacer al porteño?

Claramente. El tango es identidad. Es muy fuerte eso. Uno no puede pensar en Buenos Aires sin tango, aún cuando no te guste. Esto se ve en la gente que viene de afuera. De alguna forma el tango forma parte de la vida ciudadana.

¿Cuáles son los orígenes del tango? Lo extraño es que no tiene influencia ni española ni italiana, teniendo en cuenta la inmigración, y más parece venir de la música negra –tangó- y de otras.

Hay que recordar que había mucha población negra. Toda la población del sur era negra. El tango, en principio, como baile, es un baile masculino, orillero. El tango está interactuando en lugares donde hay trabajadores. Es su tiempo de distensión. Después hay una legalización del tango, en términos culturales, que lo lleva al salón. Es una legalización muy fuerte en términos europeos que comienza en Francia y llega acá.

¿Usted cree que las letras de tango acompañan la historia política y social argentina o están realmente a distancias de esa realidad?

Sin duda que la han acompañado. Si uno observa comprobará que la preocupación por las letras es muy grande. “Mi noche triste” el primer tango que tiene términos poéticamente fuertes. Si profundizamos más hay cantidad de posibilidades de ver el tango. Yo creo que la música es fuerte por un lado y la poesía por el otro, dentro del tango. En los primeros tangos no había un desarrollo de letras muy puntuales. Hablaban de lo que pasaba. Hay muchos tangos dedicados a personajes políticos.

¿Hay machismo en muchas letras de tango?

Si, es cierto

¿Qué tienen de afinidad el tango y la mujer?

Considero que, si bien hay una imagen potenciada ahí, que es el hombre, por otro lado hay como un estereotipo, al margen de que yo crea que es medianamente machista. Son lugares tópicos donde uno se aferra para decir que el tango es machista, -que posiblemente lo fuese-pero que si uno define el tango a partir de eso le quita riqueza a lo que puede ser el objeto-tango.

¿Es decir que el tango es un hecho cultural?

Exactamente.

La presencia de las letras ¿no han afectado la raíz musical del tango?

Me parece que no. Hay un proceso musical que va cambiando. Piazzola, por ejemplo. Lo que permiten las letras es un desarrollo. Si el tango hubiera quedado estancado, no tendría la vigencia que tiene ahora. El irse modificando constantemente permite demostrar que estamos medianamente vivos. Tenemos hasta tango electrónico. Los puristas del tango se niegan un poco. Pero yo creo que siempre hay un regreso a algo.¿Por qué se regresa a cierto tipo de música? Porque de alguna manera se reivindica esa cosa. Es mantener la vigencia del tango en sus distintas acepciones musicales.

Este resurgir del tango ¿no pasará como una moda?

Todavía no tenemos la distancia histórica para saber si es o no una moda. Lo que sí me parece que es un hecho. Después podemos ver para donde vincula, pero hay gente muy joven tocando tango. “El arranque”, por ejemplo. Hay que ver luego que incidencia tiene en términos históricos. Pero hay gente trabajando en esto. Siempre nos manejamos con arquetipos de cosas. Yo no sé si el tango es muy fuerte ahora, pero hay que ver para dónde va esto.

¿El tango es una música sólo y eminentemente urbana?

Sí, es una música ciudadana, pero es tan fuerte que se identifica también hacia el país. Hay muchísima gente que viene del interior y hay un acercamiento muy fuerte con el tango. El tango logró salir del campo ciudadano solamente. No necesariamente se limita a la ciudad.

¿Por qué logra el tango esa aceptación en países tan lejanos como Japón, por ejemplo?

La música transmite sentimiento, cierto estado de animo, aunque no se entienda la poesía. En el ámbito de lenguaje no conecta pero sí su música

Durante mucho tiempo el tango no le llegaba al hombre del interior y sí al japonés. ¿Es muy extraño, esto, no?

Este es un país muy centralizado y todo lo que emana de Buenos Aires tiene énfasis. En los años cuarenta escuchar una audición de radio de tango en el interior era muy raro.

Resulta paradójico que los inicios del tango, por otra parte fueron canciones camperas. En los años sesenta llegó la moda del folklore a la ciudad, que luego se fue licuando y hoy vuelve a ser música en el interior.

Me parece que todo eso hay que verlo en términos contextuales. Sobre el folklore hay que ver también la inmigración interna. La gente venía a Buenos Aires con sus costumbres. Y su música, por supuesto. A mayor cantidad de gente mas presencia tiene esa música.

Esta vuelta al tango ¿no puede estar sostenida por el snobismo de un sector de la clase media?

No se puede afirmar tan rotundamente. Por otro lado, puede ser que sea la necesidad de absorber constantemente todo tipo de información. También es identitaria esa idea de absorción no sólo en lo musical. Hay una cierta predisposición a tomar este tipo de cosas.

El tango que es urbano y suburbial se concentra ahora que en las zonas de clase media y en cambio en los sectores –que podríamos llamar populares y donde es mayor la pobreza- se escucha cumbia en lugar de tango. Y aparece el fenómeno de la «cumbia villera». Los jóvenes escuchan eso y bailan eso.

Es así. Se sienten mucho más representados en esos términos, al margen de gustos estéticos. La cumbia hoy habla de temas que son mucho más aprehensibles que el tango.

Lo que resulta paradójico es que el tango, que siempre ha tenido raíz y difusión popular, hoy es hoy sólo aceptado por esos sectores de esa clase media y dejado de lado por aquellos. ¿Por qué sucede esto?

Yo no quiero afirmar rotundamente que eso sea así. No hay duda que hay una situación que es un hecho sociológico de alguna manera.

Las letras de tango de hoy ¿no están más cerca de esos sectores afectados por el corralito que de los sectores que reciben los planes de jefas y jefas del hogar?

Snobismo hay en todos lados, en toda situación hay snobismo. En una bailanta también hay snobismo. Uno se puede acercar a la cumbia también por snobismo. Lo que sucede es que uno desconoce ciertos códigos en determinadas circunstancias: la cumbia y la gente que va al Colón. No me parece que hay que focalizarlo sólo en este tema.

Me refiero más a la moda, ¿el tango sigue siendo el tango de ayer y el de antesdeayer?

El tango sigue siendo tango. Uno puede hacer el corte cuando quiere ahí se implica su sensibilidad. Todo puede ser posible. La persona que baila, que toca o que compone tango no sé si está pensando todo el tiempo en esos términos. Piazzola, por ejemplo, puede gustarle o no a alguien pero hoy no se puede afirmar que Piazzola no es tango. Si vos querés definir a una Buenos Aires de hoy tenés que ir a Piazzola. Todo depende de donde vos cortás la situación.

¿Los clásicos gardelianos aceptan esta situación, esta nueva música?

No sabría contestarte con seguridad.

HORACIO TORRES 3¿Quién viene a visitar la Casa?

El Museo tiene un plan de trabajo muy particular. A la mañana vienen chicos de los colegios. Este es un trabajo pedagógico. Por la tarde gente que tiene una relación con el tango mucho más sentimental, digamos, y muchos turistas. Del interior y del exterior.

¿Qué piezas tiene el museo?

Nosotros lo que hicimos fue rescatar la casa para convertirla en Museo. Había una colección patrimonial sin espacio fijo. Algunos coleccionistas hicieron donación de obras, recuperamos el carnet de Gardel del Jockey Club, por ejemplo, Este es el décimo Museo del Gobierno de la Ciudad

¿La casa estaba deshabitada?

La casa estuvo deshabitada y tenía orden de demolición. En los ochenta fue una tanguería que en términos funcionales modificó mucho la casa, destruyó. Era sólo un lugar para bailar, para lo cual en una casa chorizo como ésta tuvieron que tirar paredes abajo. Eso hizo que los muros se debilitaran. Nosotros reconstruimos la casa a partir de planos originales para mantener cierto espíritu. Apuntamos a que haya un espíritu de época. Trabajamos lentamente por problemas presupuestarios. Pero me parece que poder haber logrado una casa con el espíritu de la época del veinte es muy importante, sobre todo una casa de clase media. Eso fue aún más difícil. Porque cuando uno piensa en la década del veinte piensa en art decó o en un palacete. Por eso es mucho más difícil encontrar objetos de la época de clase media para ambientar una casa. Un plato de la década del veinte de clase media, por ejemplo. Si uno piensa en bienes de uso, ese mismo objeto en los años setenta se convierte en un concepto de historia social. Un plato -que no era un objeto único, sino de serie- no era un objeto a guardar, por eso se hace tan complejo encontrar material de clase media de aquella época. No era un objeto estético. Nosotros trabajamos con los objetos de Gardel que nos ofrecen coleccionistas y buscamos objetos con relación a su carrera. Así podemos entender a Gardel a partir del mercado.

¿Qué actividades hace la casa?

Tenemos actividades de extensión cultural. El Museo es muy chico para cierto tipo de actos. Porque si hacemos algo y se difunde por todos los medios el museo estalla. Las primeras muestras las hicimos con mucha prensa y vinieron miles de personas. Hicimos ciclos de cine y nuestra capacidad es solo de 40 o 50 personas. Tenemos un proyecto de hacer fiestas en la calle. Un concurso de fileteados. En fin, la idea es rescatar las cosas de aquella época. Y jugar con el papel del barrio. El Museo es muy chico.

¿Cómo se lleva el museo con la Academia Nacional del Tango?

Bien. Nuestra política es trabajar con todo y con todos. Nosotros consideramos que el Museo tiene que ser un articular de actividades y de diferentes saberes, y abrirse a distintas iniciativas. Hay diferentes pensamientos sobre Gardel y el Museo tiene que estar en el centro de eso. Y brindar información sobre eso.

¿Por qué Gardel sigue vigente?

Es como un mito que está constantemente en movimiento. Gardel cada día canta mejor”. Mucha gente que tal vez no sabe quién es exactamente Gardel, sin embargo lo utiliza como elemento de identidad, como apropiación de una figura muy fuerte de la ciudad. Nosotros trabajamos, no como público, pero sí con la idea. En la vida de Gardel hay muchas cosas desconocidas. La idea del héroe juega mucho en Gardel. Y ese tipo de figura permite claramente que surja esa imagen. Héroe y mito. Buscar las zonas oscuras en la vida de Gardel es trabajo de investigadores. La idea de un Museo hoy, es que sea un lugar de saber y de conservación. Cuanto más ideas y movimientos logremos será mejor. La misión del Museo es esa: establecer, o reestablecer, o reafirmar mejor dicho, la figura de Gardel.

¿Usted estaba cerca de la figura de Gardel antes de ser el Director de este Museo?

Yo soy funcionario del Gobierno de la Ciudad. Estaba cerca del tango por mi viejo. Yo soy licenciado en Historia del Arte. Mi acercamiento a Gardel es desde ese lado.

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