Horacio Ferrer

 

HORACIO FERREREste reportaje a Horacio Ferrer fue hecho el 13 de febrero de 2004 en la sede de la Academia Nacional del Tango que funciona en los altos del famoso Café Tortoni, de la Avenida de Mayo en la ciudad de Buenos Aires.

“LOS ROLLING ADMIRARON LA ACADEMIA”

 El tango, que tiene tanto pasado, ¿tendrá tanto futuro?

¡Ah, yo no contesto eso! El futuro del tango está en el pasado. Los ejemplos de lo que ha sobrevivido el tango están en el pasado. Y ahora estamos en una época de florecimiento, entonces, ¿por qué no va a tener futuro?

Pero hace casi veinte años hubo una especie de resurgir del folklore que luego se diluyó. ¿No pasará lo mismo con este auge del tango?

El folklore y el tango son cosas completamente diferentes porque cargan una energía distinta. Pero además el tango está instalado como están Federico García Lorca o Chopin. Ya están instalados en la sociedad. No es un problema de cuantos discos venden, o cuantos libros venden. Forman parte del patrimonio de la humanidad.

Sucede que uno casi se agobia frente a tantas academias de tango, con tantos salones de baile…

No hay tantas academias. Esta es la única.

Perdone, me refiero a academias de baile.

Nosotros también somos al mismo tiempo una academia de baile.

¿Reciben ustedes como Academia Nacional del Tango, alguna subvención estatal o municipal?

No. No depende de nadie. Recibimos, sí, un subsidio del Ministerio de Educación. Cuando no nos pagan, reclamamos. Y dependemos de la Presidencia de la Nación a través de la Secretaria de Cultura. Esto es sólo el tema de enlace con el Estado. Pero esta es una institución privada. Contamos con un subsidio pero las ideas, toda la creación, desde la misma Academia, el Liceo, el Conservatorio, la radio, la fábrica de bandoneones que vamos a abrir, todo son inventivas nuestras. Si cambia el gobierno, por ejemplo, no puede remover nuestro Consejo Directivo. ¡Gracias a Dios!

¿Van a abrir una fábrica de bandoneones aquí en Argentina?

Si, es una idea mía de hacer con el apoyo de algunas empresas importantes alemanas, Siemmes, Mercedes Benz, que nos ayuden a levantar una fábrica de bandoneones para venderlos por Internet desde Argentina a todo el mundo. Sería una fabricación argentina-alemana. De esta forma aseguramos también que haya bandoneonístas, y por lo tanto, tangos.

¿Cuáles son las actividades generales de la Academia?

Aquí se hace docencia, y se protege la historia del tango. Nosotros tenemos una división Patrimonio, que es todo el tercer piso de este edificio, dedicada a todas las “tecas”: discoteca, hemeroteca, biblioteca, videoteca, cinemateca. Todo el archivo está ahí, y ahí están los investigadores. La Academia no tiene un credo artístico ni un credo histórico. Cada académico tiene el derecho de tener sus propios gustos y sus propias teorías sobre la historia y sobre la evolución del tango. También está la faceta social, la demográfica, la de la proyección en las otras artes: el cine, el teatro, la pintura, el ensayo, las artes gráficas, etc. Y naturalmente, tenemos docencia con el Liceo y el Conservatorio de estilo y enseñamos a tocar cómo tocaron todas las orquestas y cómo cantaron todos los cantores de todas las épocas. El Liceo tiene setenta y cinco egresados. Y ahora tenemos el Museo que es una forma de exhibir la historia y honrar a las glorias del tango que está en el fundamento mismo de la idea académica.

El tango parece estar encerrado dentro de la General Paz.

¡No! El tango también está en Rosario, en San Juan… tenemos academias correspondientes en Mar del Plata, hemos fundado la de Tucumán hace un año y medio, con entusiasmo de la gente. Esta es una Academia Nacional, no porteña.

En Japón, por ejemplo, se nota una recepción más intensa del tango que en muchos lugares de nuestro país. ¿Cuál es la causa de esto?

No, el tango gusta mucho en el interior, y tenemos estudiosos del tango en Paraná, en Ushuaia. Yo he recorrido el país entero. Primero con Piazzola y después solo. Y después fundando academias. Hay que ver las cosas positivas en todo. A nosotros a veces nos hace falta un poco más de plata, pero con la que tenemos nos vamos arreglando.

Existe un fenómeno actual en la juventud urbana –y el tango es fundamentalmente urbano- que encuentra en otro tipo de música muy distinta su expresión bailable, su identidad, en síntesis, cuando en los cuarenta la juventud estaba unida naturalmente al tango. Y me refiero a esta juventud actual que ya pertenece a la cuarta generación de aquellos inmigrantes que llegaron a la capital desde el interior del país. ¿Es que el tango ha perdido terreno frente a la “cumbia villera”?

Siempre ha habido hacia la juventud un ofrecimiento de otras músicas. Recuerde el bolero, el jazz, el flamenco, la canción francesa, las canciones italianas. Esta música de ahora, la “cumbia villera” forma parte de los cambios sociales que hubo en Buenos Aires. ¡Y hubo tantos cambios! Desde la época que había una mujer para cada cinco hombres, ahora son más mujeres que hombres, y las mujeres se reúnen a tomar el copetín o el té, o lo hacen solas. Son los cambios que se producen en las sociedades y tienen su expresión en la danza (porque a los bailes las mujeres no quieren ir solas porque no les gusta “planchar”) Tampoco todo esto tiene una explicación tan compleja. La prepotencia anglo sajona terminó en la década del noventa. Era el rock y nada más que el rock. El tango fue el líder de la reacción latina en el arte. Siempre se habla del tango y del rock, del rock y del tango. Cuando vinieron los Rolling Stone, quisieron visitar la Academia Nacional del Tango, pues les admiraba que el país tuviera una Academia sobre su arte más representativo.

Entonces, don Horacio, ¿el tango de ayer o de mañana, siempre es el tango de siempre?

Siempre. Además ha terminado esa discusión. Acá hay cinco orquestas que ensayan en la Academia. Cinco orquestas de jóvenes. Y se respetó siempre el concepto. Tocan tango de la guardia vieja, romántica, del cuarenta o de ahora. Y tocan Piazzola y tocan Villoldo y no se preocupen sin son congruentes o no. Está lleno de chicas que toquen el bandoneón, el violín, el piano. Es una incorporación muy importante. Antes las orquestas eran sólo de hombres. Y las orquestas sinfónicas han empezado, no solamente a tener mujeres, sino a ser dirigidas por mujeres.

Hay gente del mundo del tango considera que se ha terminado un ciclo.

Hay gente que es derrotista. La gente que dice: este momento es impropio para emprender cualquier cosa, cuando hay viento propicio también dice que hay inconvenientes. Están los sembradores y los que miran sembrar. Y los que dicen: “¡Uh, se les va a perder la cosecha!”

Se dice también que el tango hoy no tiene convocatoria.

Que sigan con sus ideas. Yo no me voy a poner a discutir sobre eso. ¡Por Dios! Tenemos un edificio majestuoso, hemos hecho esto sin nada, sin plata y tenemos el patrimonio de la Academia, próximamente vamos a tener una radio de doscientos kilómetros de alcance. Nos va bárbaro. Al que le va mal es porque quiere que le vaya mal. Nosotros fuimos felicitados por el Director General de la UNESCO Federico Mayor Zaragoza. Y fue una felicitación dirigida al gobierno porque la Argentina tenía una Academia sobre su arte más popular. Y recuerde también que tenemos treinta y cinco academias en todo el mundo. En Holanda, en Alemania, en Francia, en México, en Cuba, en Uruguay, en Japón, en Israel y en Turquía. Si eso está mal…

¿Están centralizadas?

No, son academias correspondientes.

Le agradezco su atención don Horacio.

Gracias a ustedes.

 

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