Puede ser, tal vez, mi libro más hermético. Lo escribí como si me lo dictara el más lejano de mis ancestros, como si un lenguaje misterioso y oscuro me descifrara los nudos de tantos interrogantes y tantas búsquedas. Su último y extenso poema es un andar entre paredes invisibles, pasados necesarios y coloquios terciarios. El poeta se ha encontrado de bruces con este libro y lo ha escrito como respuesta a ese instante.

Perpleja, la palabra gira sobre si misma y se hace verso.

DESCARTE

Mientras lees este poema,
amigo,
lentamente los hombres van muriendo
de hambre,
de sed,
de soledad,
de vértigo,
de cancelas hirsutas,
de amor,
de esperas,
de encuentros,
de locura,
y de miedo
De todas estas muertes,
las del hambre y la sed
tienen remedio.