La jornada y la sed

 

LA JORNADA Y LA SED-NUEVO

¿Es la poesía agua para beber al fin de la jornada? ¿Por qué no? Si ayer fue árbol el papel donde escribimos, o silicio -arena y sal-las entrañas de tu ordenador, ¿por qué no puede ser agua la poesía? Agua y premio al fin del día, a las puertas de la noche y del sosiego. La poesía compañera del amigo, los versos tranquilos en las líneas que los sostienen te invitan a un instante distinto, singular . Este libro contiene poemas de estos últimos años. Como siempre, el poeta se expresa descarnado y transparente, sabiéndose leído, ofrece sus entrañas.

Unas gotas de poesía cada día te perfumarán el alma.

 

BUENAS COSTUMBRES

Las viejas inglesas
cuidan de sus gatos con afectación admirable.
Las de Kenia, por el contrario,
-viejas negras, desnudas, analfabetas y salvajes
que desconocen el té de las cinco-
se los comen.

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