¡Eh, George jr., te estás pasando! Un pelín, ¿no es cierto? Mira, nos tuviste a todos al lado de tu gente aquel 11 del nueve del año pasado. Vale, nos pareció lo más justo y sincero ofrecerte nuestra solidaridad. Punto. Pero no nos gustó nada eso de que, o estábamos contigo, o contra ti. No nos cayó bien el mensaje. Te pasaste, George Bush jr.

Mira, ésta es una columnita que no puede darse muchas ínfulas; como observarás, es una gotita de caracteres en este inmenso mar mediático, son, simplemente, algunos renglones que tratan de cosas sencillas, asuntos de una ciudad guapa llamada Barcelona. Pero desde este rinconcito también nos inquieta verte de aquí para allá, buscando terroristas por debajo y arriba de los países que tú consideras peligrosos, saltándote a la torera normas y derechos internacionales. ¡Hale! Tú a lo tuyo: que si este país no te cae bien, ahí van tus marines y tus helicópteros. Si la cara de aquel presidente no te gusta, le quitas el saludo y encima le plantas un bloqueo de esos que no se empardan, y te importa un pimiento que los niños de ese país mueran sin asistencia y el hambre instale allí sus nalgas.

Te estás pasando, George Bush jr. No consideras los tratados de defensa del medio ambiente o los textos de las resoluciones de las Naciones Unidas relativos al desarme y otras menudencias afines, y si un socio tuyo asesina a un testigo de cargo, tú callas; y si ese mismo asesino masacra a todo un pueblo, tú le haces ¡chas chas! en el culete y quedas bien con tu opinión pública. Y así no vale, George Bush jr. Así no jugamos más. Porque te estás pasando.

Ahora, tu óptico te dijo que pusieras los ojos en Colombia. Y, de paso, ya que estás en camino, mientras se avituallan tus guerreros, le das un toque tipo CIA a Venezuela. Hace unos días, me entretuve mirando un globo terráqueo y ¿sabes? no pude encontrar ni una islita en donde, según tus múltiples asesores, tu país no tuviera intereses que defender y proteger. Te estás pasando.

No queremos, desde esta sencilla columnita, que te tiren abajo ninguna torre más. Pero no nos tires abajo a nosotros la alegría, la justicia y la paz. ¿Ok, George Bush jr.?

La Vanguardia 10/04/2002